Palabra para meditar: “El Señor tu Dios es el gran Dios poderoso y terrible, que no actúa con parcialidad ni acepta sobornos. El defiende la causa del huérfano y de la viuda, y muestra su amor por el extranjero, proveyéndole ropa y alimentos, porque también tú fuiste extranjero en Egipto.” Deuteronomio 10.18
Reflexión: Aquí aparecen casi contrapuestos dos aspectos de la persona de Dios. Poderoso, terrible y justo. Y también amoroso defensor de los menos favorecidos. Como si nos estuviera hablando en este tiempo...