Palabra para meditar: “Fue mi mano la que hizo todas estas cosas, fue así como llegaron a existir –afirma el Señor. Yo estimo a los pobres y contritos de espíritu, a los que tiemblan ante mi palabra”. Isaías 66. 2-3
Reflexión: Toda la Biblia es Palabra de Dios, pero qué fuerte es cuando él mismo las pronuncia. Aquí nos hace recordar quién es, qué hace y qué sigue haciendo.