Palabra para meditar: “Y esta esperanza no nos defrauda, porque Dios ha derramado su amor en nuestro corazón por el Espíritu Santo que nos ha dado.” Romanos 5.5
Reflexión: ¿De dónde podemos tener la motivación para amar incondicionalmente? Acá está la respuesta: es el Espíritu Santo que lo derrama en nuestro interior.