Palabra para meditar: “Y la gloria del Señor entró al templo por la puerta que daba al oriente. Entonces el Espíritu me levantó y me introdujo en el atrio interior, y vi que la gloria del Señor había llenado el templo.” Ezequiel 43.4-5
Reflexión: No era sólo para los profetas. También hoy la gloria del Señor se manifiesta en los templos donde se vive y se percibe genuina adoración.