Palabra para meditar: “Y un siervo del Señor no debe andar peleando; más bien debe ser amable con todos, capaz de enseñar y no propenso a irritarse. Así, humildemente, debe corregir a los adversarios, con la esperanza de que Dios les conceda el arrepentimiento.” 2° Timoteo 2.24, 25
Reflexión: Rasgos de un siervo que quiera ser ejemplo para enseñar y relacionarse con la gente: paciente, amable, sin agredir. Ello no impide confrontar con el evangelio amorosamente, esperando que el Espíritu Santo toque los corazones.