¿Qué estoy creyendo?

Escrito el 12/09/2022
por Nari Terrazas


Versículo: “Clama a mí y te responderé, y te daré a conocer cosas grandes y ocultas que tú no sabes”. Jeremías 33:3

Desarrollo: Creo que una de las claves para empezar con el pie derecho a escuchar la voz de Dios es revisar mis creencias. Sabemos que como percibimos a Dios va a afectar como y que recibo de Él. Por eso, la primera verdad que tiene que estar instalada en mi sistema de creencias es el hecho de que Dios es un Dios que habla hoy, su voz está vigente y tiene muchas cosas para decirnos, tiene muchos secretos que contarnos y revelaciones que compartirnos. Dios no juega a las escondidas con nosotras, no te la “pone difícil” a propósito. Todo lo contrario, escuchar su voz es fácil, ¿sabes por qué?. Porque fuiste creada para hacerlo. 

Esa es la segunda verdad que debemos aprender. Dios diseña todo a la perfección, y vos no sos la excepción. Sos su hija por lo tanto es parte de tu herencia conocer y escuchar su voz. Pero el enemigo es experto en mentirnos y nos dice que es solo para algunos, para los especiales, los muy espirituales. Solo para los que oran lo “suficiente” o no tienen pecados que los separen de Dios. Así es como nuestro corazón empieza a llenarse de culpa y sentimientos de insuficiencia y las mentiras se asienten. 

Pero hoy te invito a que creas que ya tenes todo lo que necesitas para escucharlo porque lo que te faltaba, Él vino a suplirlo y que la distancia entre vos  y Dios no existe. Somos seres humanos pero también espirituales, estamos conectadas con el espíritu 24/7.

Activación: Para ayudar a instalar más las verdades de Dios en tu mente te quiero proponer que te imagines la siguiente situación. Estás siendo invitada a comer a la casa de un amigo muy cercano, te prometió cocinar una gran cena. Lo preparo solo para vos, es una cena de a dos. Cuando llegues a su casa no vas a estar preocupada por si tu amigo vendrá o no o si te va a dejar entrar. Sabes que lo va a hacer. Así quiero que dispongas tu corazón cada vez que hables y busque la voz de Dios. Cuando sabes que fuiste invitada personalmente por el anfitrión, te presentas con confianza.

Oración: Dios ahora me hago consciente que fui invitada a tu presencia personalmente y así como soy tengo todo lo que necesito para escuchar tu voz. Renuncio a cualquier mentira que se haya instalado en mi mente sobre insuficiencia o sobre cómo sos Dios. Declaro que comienza un tiempo de escuchar tu voz más fuerte que nunca. ¡Amen!