Un megáfono de buenas nuevas

Escrito el 09/09/2022
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”Juan les respondió: Soy una voz que clama en el desierto ¡preparen el camino para la llegada del Señor!” Juan 1:23

En algunos barrios de la Capital Federal y algunas zonas del Gran Buenos Aires siguen existiendo vendedores ambulantes con megáfonos. Los mismos van recorriendo las calles con una camioneta y mientras tanto van anunciando los artículos que compran y venden. Son capaces de interrumpir una siesta extremadamente profunda de un día sábado o incluso hace un tiempo se viralizó un video en donde una pareja de novios está por dar el sí en su boda, cuando de pronto comienza a escucharse a todo volumen al vendedor ambulante haciendo su trabajo, interrumpiendo de ese modo el romántico momento.

 La clave del éxito para este tipo de vendedores, está en la potencia del megáfono, cuanto más fuerte se escuche la voz del vendedor, más captará la atención de los posibles compradores. La palabra “megáfono” tiene su origen en el griego “mega” grande, “fono” voz, de hecho una de las teorías dice que el mismo fue inventado en la antigua grecia para proyectar la voz de los actores en los grandes teatros.

Es interesante destacar que Juan el Bautista no contaba con ninguna clase de objeto para amplificar su voz, sin embargo él logró llamar la atención de los fariseos  de la época y despertarlos de la siesta sacando a la luz la religiosidad que los mantenía dormidos. Cuando ellos le preguntan a Juan : ¿Quién eres? Él no les dice su nombre, o su parentesco con Jesús, simplemente él les dice: SOY UNA VOZ que clama en el desierto y mi voz está preparando el camino para la llegada del Señor. 

Juan caminó por el desierto de Judea llevando el evangelio de la reconciliación y del arrepentimiento. Su voz profética anunciaba la venida de alguien mayor a él mismo, nada más ni nada menos Juan fue elegido para anunciar la venida de Jesús. 

El corazón apasionado  de Juan debería ser como la voz de ese  vendedor  ambulante que nos despierta con su potencia. Hoy nosotras quizás no estemos caminando por el desierto de Judea, pero caminamos en un mundo sediento que necesita recibir a Jesús y reconciliarse con él. El Espíritu Santo será quien amplifica nuestras voces para que así llamemos la atención de los perdidos y ellos despierten a una vida nueva y abundante.  

Activación: Cuando salgas a la calle el día de hoy, ya sea que te subas a un colectivo, o vayas al banco, al supermercado, proponte hablarle de Jesús a alguien que no conozcas. Ya sea que el Espíritu Santo te de una palabra específica o simplemente buscá la manera de sacar conversación y contarle lo que Jesús hizo en tu vida. Vas a ver como tu voz será amplificada en el corazón de alguien que necesita abrirle paso a Jesús en su corazón. 

Oración: Espíritu Santo, en el día de hoy necesito tu guía para poder hablarle de Jesús  a algún desconocido. Dame el coraje y la osadía de Juan el Bautista y haz que mi voz se resuene bien fuerte en aquellos corazones que están necesitando conocer a Jesús.