Semana #5 Llenando mi brecha con la palabra de Dios

Escrito el 14/11/2022
Guerreras IDC


 

La semana pasada vimos que los vacíos, aquellos que generan una brecha entre lo que creo ser y lo que quisiera ser, no son cosas que “nos faltan” sino oportunidades para que el cielo intervenga, espacios para la acción. 

 

Por eso esta semana te vamos a proponer una acción concreta, poderosa, y la más efectiva para dejar de ver lo que falta y caminar segura. Esta herramienta es la siguiente: llena la brecha con la Palabra de Dios. 

 

Dice la Biblia en Salmos 33:9 “Pues él habló, y todo fue hecho; él ordenó, y todo quedó firme.” Donde parece que no hay nada, Su palabra lo llena todo; esos espacios vacíos son “llenados” uno por uno con la Palabra de Dios. 

 

La palabra de Dios es el gran manual de identidad que necesitamos en nuestra vida. Muchas veces lo tomamos como el libro de las reglas, que me pone la vara tan alta que no llego nunca. Sin embargo, es todo lo contrario, la palabra busca mostrarme cómo Dios me diseñó, con la plenitud que me pensó y el potencial de mis virtudes; pero no para frustrarme ante mis carencias, sino para entender que Él me da una posibilidad mejor. que puedo vivir en otra realidad. Si ves la Biblia como “exigente”, te invito a que converses sobre ella con algún referente que te ayude a ver la gracia y el amor que hay en la Palabra. 

 

Jesus dominaba ésto con plenitud perfecta: Él usaba la palabra de Dios a su favor, la entendía, la creía, la vivía. Y esto lo podemos ver en el momento de su crucifixión: 

 

CitaLos que pasaban meneaban la cabeza y blasfemaban contra él: —Tú, que destruyes el templo y en tres días lo reconstruyes, ¡sálvate a ti mismo! ¡Si eres el Hijo de Dios, baja de la cruz! De la misma manera se burlaban de él los jefes de los sacerdotes, junto con los maestros de la ley y los ancianos. Mateo 27:39-41

Ahí estaban las palabras de frustración en boca de estos burladores, porque fue Jesús mismo quien que podía destruir el templo y reconstruirlo en tres días, y fue él también quien dijo que era el Hijo de Dios, llamándolo Padre. No lo dijo porque le pintó hacerlo, sino porque ésto era lo que las escrituras revelaban. Jesús conocía la Palabra y cada profecía, y le dio color y sentido a cada letra. 

Pero ahí estaban los burladores, ocupados en  recordarle a Jesús  lo que le faltaba…al menos en ese momento: ”Jesús mirá, vos que creías esto! mirate ahora, ¿no ves la brecha?” Ahora bien, prestá atención a lo siguiente:  las palabras que los burladores usaban para humillar a Jesús eran las mismas que afirmaban su identidad y su propósito, porque así fue como el hijo de Dios al tercer día resucitó, reconstruyendo el templo de Dios (nuestros corazones) para la eternidad, y sentándose a la diestra de Dios por el Padre, por encima de toda otra autoridad, honrado y exaltado por Dios. 

 

Por eso recordá que cuando vos tenés palabra de Dios, aun mientras estas enfrentando los momentos de oscuridad más densos, cuando el enemigo trata de burlarte, lo único que logra es recordarte quién sos y cuál es tu propósito.


 

Reflexionemos juntas

  • Cuando sentis que algo te falta, ¿soles recurrir a la palabra de Dios para confrontar ese pensamiento? 

  • Algunas de esas carencias que ves en tu vida, ¿están vinculadas con tu identidad y propósito? es decir, ¿son casi “acusaciones” de Satanás sobre lo que Dios declaró en tu vida?

 

Oración 

Espíritu Santo, oro para que me reveles en este tiempo la potencia de la Palabra, para que pueda entender en mi mente y abrazar con mi espíritu lo que Dios dice de mi. Que pueda vivir en Cristo, que me tome de su esencia y su plenitud, de su amor y su gracia, para así ser tan libre como Dios me pensó. En el nombre de Jesús, amén. 

 

Profundizá en la semana 

 

Ejercicio #1 (personal)

Repasá el cuadro que armaste en la Semana 2, y comparalo con el cuadro de la Semana 4. ¿Podes identificar qué cosas que están escritas en Efesios 1 llenan los espacios que describiste en el cuadro de la Semana 4? 

 

Ejercicio #2 (con otra guerrera)

Te recomendamos volver a mirar este mensaje

El poder de la palabra y la palabra de poder | Pr. Carlos Mraida | Iglesia del Centro

Luego comentar algo que te haya impactado en tu grupo de 4 piezas (esto es un grupo que formamos quienes fuimos al campa de mujeres), y si no tenes este grupo, con una amiga con la que vengas compartiendo en este tiempo.

 

Ejercicio #3 ( para otros) 

Regalale a 3 mujeres que conozcas una palabra que previamente hayas puesto en oración para ellas, algo que sientas que va a llenar una brecha en ellas.