Lunes 19 de Abril

Iglesia Del Centro


Palabra para meditar: “Pero te confesé mi pecado, y no te oculté mi maldad… Y tú perdonaste mi maldad y mi pecado.”  Salmo 32.5

Reflexión: En el Antiguo Testamento encontramos arrepentimiento de la desobediencia y  desvío de la voluntad de Dios. La ley exigía sacrificios para lavar las culpas. Pero lo que importaba era el perdón de Dios.