Palabra para meditar: “La bendición de los justos enaltece a la ciudad, pero la boca de los malvados la destruye. El falto de juicio desprecia a su prójimo, pero el entendido refrena su lengua.” Proverbios 11.11-12
Reflexión: La Iglesia de Cristo debe ser hoy el instrumento comisionado por Dios para hablar y bendecir al prójimo, a la ciudad y al país.