¡Hoy es un lindo día para morir! Jesús nos invita a morir a nuestro yo, a los deseos de la carne y a experimentar el poder de su resurrección. En tu cuaderno puedes dibujar una cruz.

En oración, pídele al Espíritu Santo que te revele aquellas cosas a las que tienes que morir. Son todas aquellas cosas que alimentan tu YO, o tu carne.

No siempre son cosas malas, sino cosas que hacen que tu yo crezca y no deja espacio para que el Espíritu Santo crezca. Juan el Bautista dijo:

Es necesario que él crezca, pero que yo mengüe. Dentro de la cruz que dibujaste en tu cuaderno escribe todas aquellas cosas que en tu vida deben menguar, morir, para que Cristo crezca en nosotros.

Algunos ejemplos: una adicción a alguna sustancia o juego; un hábito nocivo para tu cuerpo o para tu mente; actitudes que dañan a mis seres queridos como la mentira, el egoísmo, el orgullo, la falta de perdón, la violencia.

Nuestros logros, nuestra infl uencia sobre otros, la aprobación de los demás, los placeres, la comodidad, la necesidad de control, la productividad, la adicción al trabajo, la búsqueda de reconocimiento, el amor al dinero, la mezquindad.

Ahora visualiza esa cruz llena de las cosas que matan tu espíritu, y experimenta juntamente con Cristo el poder de su resurrección. En oración recibe el perdón de tus pecados y la libertad, la ligereza del yugo que Jesús nos ofrece.