“El Salmo 42:7 dice: ´Un abismo llama a otro´. Solamente el llamado de un abismo puede lograr que otro abismo responda. Lo superficial no puede descender a los abismos ni penetrar jamás a las partes más hondas, ya que lo profundo sólo responde a lo profundo. Si queremos ayudar espiritualmente a alguien, algo debe brotar de lo profundo de nuestro ser. “ Watchman Nee

¿Alguna vez pensaste en cómo el dolor, lo que aún te cuesta o esas “brechas” en tu vida son, o pueden ser, los grandes conectores con otras personas? ¿por qué entonces a veces tenemos esa obsesión de ser perfectos, o de mostrar sólo lo mejor de nosotras? Cuando logramos conectarnos con eso que nos cuesta, que nos falta, podemos verdadera y profundamente mirar al otro y llamar a su abismo, tenderle una mano para simplemente decirle “vamos juntos, te entiendo”. 

Ese abismo que sentís que hay entre tu presente y lo que deseas, responde al abismo de la otra, ya que allí encuentra su correlato. Hay una guerrera, alguien que Dios puso cerca tuyo que también ve sus vacíos, que también tiene preguntas, que también tiene dolor y no sabe qué hacer.  Mi abismo, mi brecha,  escucha a su abismo y responde,  y podemos ayudamos mutuamente a saltar, a avanzar, a escuchar lo que Dios dice en medio de la burla del enemigo,  a mirar lo que nos falta desde una mentalidad de abundancia y no de carencia. 

Mi abismo llama a su abismo y juntas los cruzamos, juntas abrazamos eso que nos falta y lo llamamos propósito, juntas lo cumplimos,  juntas saltamos el abismo, juntas experimentamos que el cielo irrumpe.

Las brechas son esos carteles que nos avisan que somos humanos, y que necesitamos de Dios; que no podemos solas, y que la idea no es correr solas la carrera y llegar rápido, sino que necesito de otros, necesito ayuda, y si lo hacemos juntas llegaremos mejor y mas lejos.

Porque no tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que ha sido tentado en todo de la misma manera que nosotros, aunque sin pecado. Así que acerquémonos confiadamente al trono de la gracia para recibir misericordia y hallar la gracia que nos ayude en el momento que más la necesitemos. Hebreos 4:15-16

Es tan cierto que tenemos limitaciones como que somos capaces de superarlas con Cristo y en Él, y es eso lo que necesitamos creer. En la superficie todo parece calmo, pero en la medida que voy mas profundo, que me encuentro con abismos que abruman, la gracia y la misericordia de nuestro Señor se hace más y mas real, así como mi necesidad de Él. Y la manera de atravesarlo es en plural, como el versículo que estamos leyendo en Hebreos: acerquémonos confiadamente al trono de la gracia, para recibir misericordia y hallar gracia que nos ayude en el momento que más la necesitamos. 

Crucemos juntas.

Reflexionemos juntas

• ¿quiénes son las personas que Dios puso alrededor tuyo? 

• ¿podés ver a Jesús con gracia y misericordia en tus debilidades? 

• ¿cómo podes cultivar en este tiempo una relación con el Señor más compasiva? 

• ¿Cómo podes cultivar en este tiempo relaciones más profundas y sinceras con otras guerreras? 

Oración 

Señor, gracias por tu amor y misericordia, porque sos bueno y siempre nos mostras gracia en nuestro mayor dolor y dificultad. Te pedimos que en este tiempo podamos aprender más de vos, que puedas ser nuestro espejo, nuestro modelo a seguir, en todas tus dimensiones. Que podamos conocer lo que sos, y dejar atras nuestro conocimiento superficial, y a veces, religioso sobre tu persona. Sos nuestra guia, ayudanos a mirarte y seguirte, y a crecer en nuestra identidad como hijas y hermanas. Que así sea, en tu nombre, amen.